Llevo mucho tiempo dándole vueltas a un asunto... Después de haber estado tanto tiempo desaparecido y solo para mí ya no tiene sentido retomar este blog. La verdad es que lo comencé porque cuando tuve la "gran crisis", esa que algunos ya conocéis porque leéis el blog desde el principio, Lola me vio tan perdido que me dijo que escribir ayudaba a aclarar las ideas y que tal vez me vendría bien empezar un blog. Yo no tenía pensado escribir sobre ella, sobre mí. Pero comencé a escribir y fue lo que me salió. Siempre he sido sincero sin pretender ser un exhibicionista. He intentado no tener prejuicios y escribir sin tapujos y sin adornos. A veces Lola me ha regañado por contar ciertas intimidades, aunque al final me dio su permiso para contar lo que me diera la gana. "Si así te encuentras mejor, airea, airea", fue lo que me dijo.
Nunca pensé que este blog sería leído. A ver, no soy un ingenuo, está internet, lo sé. Pero me refiero que no pensé que en una entrada llegase a tener más de 10 comentarios o que recibiría emails muy bonitos y sinceros. He sentido mucho calor por vuestra parte y es una sensación extraña, pero muy agradable. De nuevo, gracias.
En estos dos años de desaparición he desconectado de todo, de casi todo. No he hablado con Lola pero he seguido leyendo sus blogs, aunque dejó de actualizar por temporadas. Ni siquiera hablé mucho con mi madre, una vez cada dos o tres meses... Txema me acompañó parte del viaje al principio pero luego se volvió.
Me estoy enrollando. Después de tanto tiempo dudé en si debía de llamar a Lola o no. Volví a leer de cabo a rabo este blog. Algunas cosas me dieron un poco de vergüenza y me arrepentí de haberlas contado. Otras me hicieron reír como el primer día. Pero lo que saqué en claro fue que siempre he sido adicto a Lola, que Lola es la única chica que me hace reír. Puntualizo, la única chica triste que me hacía reír. Así que se me ocurrió que tal vez podría retomar la historia pero no así, en papel. Después de todo este tiempo no he logrado recuperarme de ciertas cosas y necesito mantenerme ocupado en algo. Y me apetece escribir. Igual es una locura y yo me vuelvo más loco. Pero ahora mismo tengo claro que quiero escribir mi historia, la historia de Lola. Y la verdad es que me gustaría que ella me ayudara. Y cuando lo tenga todo, quiero mandarlo a alguna editorial. Si lo cogen, estupendo. Si no lo cogen, sin problemas, tampoco soy escritor y no pretendo vivir de esto...
Así que esto suena a despedida...