Efectivamente, a los pocos días Txema cogió la varicela aunque no le dio tan fuerte como a mí. Yo estaba eufórico de haber recuperado mi amistad con Lola. Ya podíamos estar los dos solos en una habitación sin sentirnos incómodos. De todas formas, aunque me encontraba bien siempre tenía la esperanza de que pasara algo entre los dos pero ya no iba a forzar las cosas. Claro que por otra parte Lola era tan orgullosa que probablemente no me diría nada así que estaba atento a las señales...
Volvíamos a tener nuestras conversaciones absurdas, nuestras sesiones de cine, nuestras tardes perdidas y lo mejor de todo es que ella volvía a poner un poco de orden en nuestras vidas, se preocupaba otra vez de nosotros. Aunque cada vez tenía menos tiempo... Porque aunque se había dejado el trabajo cada vez estaba más metida en el hospital con el niño este. Además de seguir organizando las cosas de su casa y cuidando de su hermano pequeño. Y bueno, había hecho amigos nuevos porque muchas veces salía con los amigos de la novia de su primo. Y sabía que uno de esos amigos nuevos ya se había convertido en un moscón que iba detrás de ella porque la había invitado a cenar varias veces y la llamaba casi todos los días... Pero si a Lola le gustara supongo que me lo hubiese dicho...
Una tarde que vino para ver a Txema hablamos del tema:
- ¿Quieres un café?
- Ouh yeah. Voy a ver al enfermito.
- Javi, llevas puestos mis pendientes
- Bueno te los dejaste aquí hace tiempo y me gustan los de madera
- Da igual, quédatelos, pensaba que se me habían perdido
- Dentro de nada es San Valentín, podríamos salir los tres a cenar, hace tiempo que no salimos
- No puedo, tengo una cena
- ¿Con quién?
- Mi primo, su novia, su hermana, su amigo y un montoncito de gente que no conozco...
- ¿Y cuál es el plan?
- Pues ir de cena y luego al barrio, supongo que a bailar pachanga asesina
- Oye al tío ese le gustas no?
- Escuchaste el cd de Tool que te dejé?
- No me cambies de tema, sólo es curiosidad
- El otro día me pidió salir
- ¿En serio? ¿Y qué le dijiste?
- Pues que ahora mismo no
- ¿Ahora mismo significa que puede ser que algún día sí?
- Ahora mismo no significa que no, pero el tío se lo ha tomado bien, no se rinde
- ¿Y qué vas a hacer?
- Joder pues no voy a hacer nada, voy a ir a mi bola, estoy hasta el moño de todos. Con 17 años ya tenía un novio y estuve saliendo dos años y después otros dos años con el otro. Me he pasado toda la vida con novio, ahora no quiero salir con el primero que me lo pida, quiero pasarlo bien, no es tan difícil de entender. Mi abuela es la única que me da buenos consejos.
- ¿Qué te dice tu abuela?
- Pues que me ponga guapa y que deje que todos me saquen a bailar, pero luego me vuelva a casa sola. Y es lo que voy a hacer. Salí mucho tiempo con un cerdo y ahora es mi momento.
- Pues tu abuela tiene razón. Siempre eres demasiado buena, así que ya va siendo hora de que saques tus armas de mujer y te aproveches de todos.
- Mi plan no es aprovecharme de todos. Tampoco es plan de herirle los sentimientos a nadie.
- Lola mírame. Te lo debes a ti misma. Despendólate y vuelve a coger autoestima. Necesitas sentirte otra vez bien contigo misma. Además últimamente no has parado.
- ¿Sabes lo que me dijo el chico este?
- ¿Que?
- Que en la cena piensa emborracharme para luego aprovecharse de mí.
- Joder, eso no se dice...
- Yo me he hecho la tonta pero ese comentario lo va a pagar caro porque se tendrá que dar una ducha congelada por gilipollas. Voy a ponerme el vestido negro y le daré bola al principio...
- Lo que el chaval no sabe es que eres una pirata
- ¿Una pirata?
- Lola, no sé como lo consigues pero no hay quien te tumbe bebiendo ron.
- Choca esos cinco!
Pues nada. Lola volvía a estar en el mercado con todas las consecuencias. Y era verdad que necesitaba recuperar su autoestima y yo estaba dispuesto a ayudarla, aunque tuviera que animarla a que salier con otros chicos. Pero por otro lado sabía que ella no era mala porque siempre tenía los sentimientos de los demás en cuenta. Tenía que superar esta prueba...
Volvíamos a tener nuestras conversaciones absurdas, nuestras sesiones de cine, nuestras tardes perdidas y lo mejor de todo es que ella volvía a poner un poco de orden en nuestras vidas, se preocupaba otra vez de nosotros. Aunque cada vez tenía menos tiempo... Porque aunque se había dejado el trabajo cada vez estaba más metida en el hospital con el niño este. Además de seguir organizando las cosas de su casa y cuidando de su hermano pequeño. Y bueno, había hecho amigos nuevos porque muchas veces salía con los amigos de la novia de su primo. Y sabía que uno de esos amigos nuevos ya se había convertido en un moscón que iba detrás de ella porque la había invitado a cenar varias veces y la llamaba casi todos los días... Pero si a Lola le gustara supongo que me lo hubiese dicho...
Una tarde que vino para ver a Txema hablamos del tema:
- ¿Quieres un café?
- Ouh yeah. Voy a ver al enfermito.
- Javi, llevas puestos mis pendientes
- Bueno te los dejaste aquí hace tiempo y me gustan los de madera
- Da igual, quédatelos, pensaba que se me habían perdido
- Dentro de nada es San Valentín, podríamos salir los tres a cenar, hace tiempo que no salimos
- No puedo, tengo una cena
- ¿Con quién?
- Mi primo, su novia, su hermana, su amigo y un montoncito de gente que no conozco...
- ¿Y cuál es el plan?
- Pues ir de cena y luego al barrio, supongo que a bailar pachanga asesina
- Oye al tío ese le gustas no?
- Escuchaste el cd de Tool que te dejé?
- No me cambies de tema, sólo es curiosidad
- El otro día me pidió salir
- ¿En serio? ¿Y qué le dijiste?
- Pues que ahora mismo no
- ¿Ahora mismo significa que puede ser que algún día sí?
- Ahora mismo no significa que no, pero el tío se lo ha tomado bien, no se rinde
- ¿Y qué vas a hacer?
- Joder pues no voy a hacer nada, voy a ir a mi bola, estoy hasta el moño de todos. Con 17 años ya tenía un novio y estuve saliendo dos años y después otros dos años con el otro. Me he pasado toda la vida con novio, ahora no quiero salir con el primero que me lo pida, quiero pasarlo bien, no es tan difícil de entender. Mi abuela es la única que me da buenos consejos.
- ¿Qué te dice tu abuela?
- Pues que me ponga guapa y que deje que todos me saquen a bailar, pero luego me vuelva a casa sola. Y es lo que voy a hacer. Salí mucho tiempo con un cerdo y ahora es mi momento.
- Pues tu abuela tiene razón. Siempre eres demasiado buena, así que ya va siendo hora de que saques tus armas de mujer y te aproveches de todos.
- Mi plan no es aprovecharme de todos. Tampoco es plan de herirle los sentimientos a nadie.
- Lola mírame. Te lo debes a ti misma. Despendólate y vuelve a coger autoestima. Necesitas sentirte otra vez bien contigo misma. Además últimamente no has parado.
- ¿Sabes lo que me dijo el chico este?
- ¿Que?
- Que en la cena piensa emborracharme para luego aprovecharse de mí.
- Joder, eso no se dice...
- Yo me he hecho la tonta pero ese comentario lo va a pagar caro porque se tendrá que dar una ducha congelada por gilipollas. Voy a ponerme el vestido negro y le daré bola al principio...
- Lo que el chaval no sabe es que eres una pirata
- ¿Una pirata?
- Lola, no sé como lo consigues pero no hay quien te tumbe bebiendo ron.
- Choca esos cinco!
Pues nada. Lola volvía a estar en el mercado con todas las consecuencias. Y era verdad que necesitaba recuperar su autoestima y yo estaba dispuesto a ayudarla, aunque tuviera que animarla a que salier con otros chicos. Pero por otro lado sabía que ella no era mala porque siempre tenía los sentimientos de los demás en cuenta. Tenía que superar esta prueba...