Noches sin dormir...
Lola y yo hemos pasado muchas noches en vela. No sé como nos las apañábamos que por una cosa o por la otra parecíamos animales noctámbulos.
Siempre me ha agobiado quedarme por la noche estudiando o terminando algún trabajo. No puedo soportar el silencio del edificio y tampoco aguanto mirar por la ventana y ver la calle desierta.
Pero "viviendo" con Lola esos agobios acabaron. Aunque ella no tuviera que hacer nada siempre se quedaba haciéndome compañía hasta las tantas de la madrugada... a veces se dormía encima de la mesa y se le pegaban los folios a la cara.
Es sorprendente la capacidad que tiene Lola para dormir en cualquier lugar... y eso que por las noches no pega ojo. Puede dormir de pie con el brazo en alto dentro de un metro, en el brazo de un sofá, con las gafas puestas, con la cabeza en el teclado del ordenador. Una vez incluso se durmió de pie viendo un concierto heavy... pero eso ya es otro tema aparte.
El caso es que Lola siempre me preparaba café y se salía al balcón conmigo para hacer pequeños descansos, me ayudaba a despejar la mente contándome historias (seguramente improvisadas sobre la marcha) y me cantaba canciones de los Ramones.
Siempre me animaba y su fuerza me contagiaba de buen humor. Además que un par de sobresalientes me los llevé gracias a su ayuda (y sus ideas extravagantes)... Esa es una de tantas cosas que tiene de bueno vivir con Lola. A parte de que hace las mejores tostadas del mundo...
Cuando tenga tiempo iré contando más cosas de mi medio compañera de piso...
Porque no sólo me quedaba sin dormir por los trabajos... su insomnio es bastante complicado... pero ese vuelve a ser otro tema...
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