Estaba intentando colocar mi maleta en lo alto del asiento cuando vi una chica que se acercaba al tren corriendo… Era Lola!! Llevaba una maleta casi más grande que ella y faltaba un minuto para que le cerraran las puertas y el tren se pusiera en marcha rumbo a Alicante.Dejé mi maleta de cualquier manera y me acerqué a la puerta para ayudarla a subir. Cuando le alargué la mano y ella me miró, retrocedió un paso hacia atrás exclamando un sorprendido “Otra vez tú!” pero me pasó su maleta y subió los escalones de un salto.Jadeaba y estaba roja como un tomate… a saber desde dónde venía corriendo.Le ofrecí mi botella de agua y al poco tiempo me la devolvió vacía, con un ligero “gracias” pero con una sonrisa en la cara. Era la primera vez que me sonreía, al menos que lo hacía con ganas.- Tengo en el otro vagón mis cosas, podemos sentarnos allí.- Mmm, bueno. Asintió de mala gana y no se le veía muy convencida…Mi asiento ya estaba ocupado y los vagones abarrotados así que ella sugirió sentarnos en el suelo entre vagón y vagón. Se le veía realmente contenta de pasarse dos horas tiradas en el suelo como si viajase de mochilera. Nunca comprendí por qué… pero al menos averigüé que Lola rara vez da explicaciones de algo al no ser que le preguntes directamente.- Te gusta la Psicología? Es tu primer año de universidad no?- Sí, pero creo que no es lo mío. Desde pequeña me ha gustado observar a la gente y comprender por qué actúan de cierta manera. Pero creo que algo falla… porque a mí no me gusta eso de que me paguen para escuchar, hacer un diagnóstico y medicar. No todo está en las pastillas ni en los consejos, no sé explicarlo… Pero creo que todos tenemos un cerebro pero no todos tenemos el mismo “corazón” así que habría que tratar a cada persona individualmente y entrar más allá.Ella hablaba con pasión porque realmente creía en lo que estaba diciendo, yo asentía maravillado de que me estuviera hablando y no se limitara a unas solas palabras como cuando hablamos la primera vez.- Por ejemplo, una persona que tiene hambre, no es porque no haya comido sino que el hipotálamo manda la señal del hambre. Ahora que lo digo en voz alta todo tiene sentido pero, ¿seguro que todos los comportamientos los dirigen los hemisferios del cerebro? De todas formas, ayer tocamos un cerebro y la asignatura de neurociencia me encanta!! Aprendo muchas cosas y es muy curiosa, al menos como hobby. Sé que me explico muy mal, lo siento. ¿Tú qué estudias?- Comunicación Audiovisual pero no es muy apasionante la verdad… siempre idealizamos las carreras, al menos el primer año…- Mi hipotálamo me está diciendo que debería de comer algo dulce…- Vale, capto la indirecta… ¿quieres unos donettes? Los compré en la estación pero no los he abierto… No pude evitar reírme, era graciosa. Se metió un donette entero en la boca…- Si que tenías hambre tú… Por cierto, ahora que te has bebido mi agua y te estás comiendo mis donettes podrías decirme en qué zona vives…- Bueno, sé que me arrepentiré pero en principio no pareces un caníbal ni un Norman Bates…Resultó que vivíamos a unos 20 minutos el uno del otro así que le di mi dirección y teléfono por si algún día necesitaba algo.Como estaba amable aproveché para hacerle unas cuantas preguntas más que me tenían intrigado…Por lo visto su novio estudiaba también allí pero en la universidad privada porque no le había llegado la nota. Ella le propuso vivir juntos pero él se negó y vivía en un pueblo al que ella casi nunca iba porque siempre se perdía en el metro y una vez acabó al norte del norte y ya tenía miedo de no saber regresar y quedarse en un mundo paralelo de vías y trenes (esto también me hizo reír porque hablaba muy rápido y abría mucho los ojos… como si de verdad existiera la posibilidad de quedarse atrapada en otro mundo).También me contó que su mejor amiga estudiaba en Valencia pero que había preferido irse a una residencia de chicas así que a Lola le tocó buscarse la vida en el último momento y acabó en un piso con una abuela que era de Cuenca. Que por cierto, esta abuela le daba miedo porque tenía los colmillos afilados y los ojos muy azules y le recordaba a Lestat el Vampiro…- Tú fíjate, con lo bonito que habría sido vivir con mi novio o con mi amiga, o los tres juntos en un piso, haciendo vida de verdad y todo se ha ido a la mierda porque son unos cobardes… O quizás esa no es la palabra.- Y ellos se quedan este fin de semana en Valencia?- Si ellos ya están en Alicante!! Se fueron los dos juntos en el Regional de las 3. Por una parte lo entiendo pero por otra parte más grande me cabrea. No sé, es mi novio, si fuera al contrario yo le hubiese esperado para irnos juntos porque total no nos vemos aquí casi nunca. Y los fines de semana tampoco mucho porque quedamos con todos los amigos y aunque yo no quiero ir pues me toca ir…Ella casi nunca me hacía preguntas pero yo sabía con seguridad que estaba esperando al momento adecuado, era una chica prudente…Llegamos a Alicante y ya era más de las 9 de la noche.Bajamos a la estación y se me partió el alma al comprobar que no había allí nadie para recogerla… A pesar de todo, ella buscaba desesperadamente con la mirada alguna cara conocida aún sabiendo que no la encontraría…Me ofrecí a llevarla pero ella se negó en rotundo. Me extendió la mano para despedirse y me sonrió pero su sonrisa había cambiado. Ahora era triste y vacía. Su cara reflejaba algo extraño, como si al lugar al que se dirigía fuera mucho peor de donde venía.- ¿Quieres volver el domingo conmigo?- No, me voy en autobús con mi novio… ya nos veremos algún día, seguro que coincidiremos más veces. Gracias por todo…- Gracias a ti, porque nunca había viajado sentado en el suelo ni se me había hecho el camino tan corto… Si necesitas algo, llámame.Mientras esperaba a Txema la vi alejarse. Arrastraba la maleta lentamente y miraba al suelo… Se puso los auriculares. Creo que se sentía sola pero nunca lo supe con seguridad.Cogió el autobús, el 06, y nadie se ofreció a ayudarla con la maleta… Era una muchacha que cualquier atención hacia ella la agradecía como si le hubieses salvado la vida así que en ese momento decidí conocerla para salvarla… sin saber que tarde o temprano sería ella la que me salvaría a mí.
22/2/07
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Estaba intentando colocar mi maleta en lo alto del asiento cuando vi una chica que se acercaba al tren corriendo… Era Lola!! Llevaba una maleta casi más grande que ella y faltaba un minuto para que le cerraran las puertas y el tren se pusiera en marcha rumbo a Alicante.Dejé mi maleta de cualquier manera y me acerqué a la puerta para ayudarla a subir. Cuando le alargué la mano y ella me miró, retrocedió un paso hacia atrás exclamando un sorprendido “Otra vez tú!” pero me pasó su maleta y subió los escalones de un salto.Jadeaba y estaba roja como un tomate… a saber desde dónde venía corriendo.Le ofrecí mi botella de agua y al poco tiempo me la devolvió vacía, con un ligero “gracias” pero con una sonrisa en la cara. Era la primera vez que me sonreía, al menos que lo hacía con ganas.- Tengo en el otro vagón mis cosas, podemos sentarnos allí.- Mmm, bueno. Asintió de mala gana y no se le veía muy convencida…Mi asiento ya estaba ocupado y los vagones abarrotados así que ella sugirió sentarnos en el suelo entre vagón y vagón. Se le veía realmente contenta de pasarse dos horas tiradas en el suelo como si viajase de mochilera. Nunca comprendí por qué… pero al menos averigüé que Lola rara vez da explicaciones de algo al no ser que le preguntes directamente.- Te gusta la Psicología? Es tu primer año de universidad no?- Sí, pero creo que no es lo mío. Desde pequeña me ha gustado observar a la gente y comprender por qué actúan de cierta manera. Pero creo que algo falla… porque a mí no me gusta eso de que me paguen para escuchar, hacer un diagnóstico y medicar. No todo está en las pastillas ni en los consejos, no sé explicarlo… Pero creo que todos tenemos un cerebro pero no todos tenemos el mismo “corazón” así que habría que tratar a cada persona individualmente y entrar más allá.Ella hablaba con pasión porque realmente creía en lo que estaba diciendo, yo asentía maravillado de que me estuviera hablando y no se limitara a unas solas palabras como cuando hablamos la primera vez.- Por ejemplo, una persona que tiene hambre, no es porque no haya comido sino que el hipotálamo manda la señal del hambre. Ahora que lo digo en voz alta todo tiene sentido pero, ¿seguro que todos los comportamientos los dirigen los hemisferios del cerebro? De todas formas, ayer tocamos un cerebro y la asignatura de neurociencia me encanta!! Aprendo muchas cosas y es muy curiosa, al menos como hobby. Sé que me explico muy mal, lo siento. ¿Tú qué estudias?- Comunicación Audiovisual pero no es muy apasionante la verdad… siempre idealizamos las carreras, al menos el primer año…- Mi hipotálamo me está diciendo que debería de comer algo dulce…- Vale, capto la indirecta… ¿quieres unos donettes? Los compré en la estación pero no los he abierto… No pude evitar reírme, era graciosa. Se metió un donette entero en la boca…- Si que tenías hambre tú… Por cierto, ahora que te has bebido mi agua y te estás comiendo mis donettes podrías decirme en qué zona vives…- Bueno, sé que me arrepentiré pero en principio no pareces un caníbal ni un Norman Bates…Resultó que vivíamos a unos 20 minutos el uno del otro así que le di mi dirección y teléfono por si algún día necesitaba algo.Como estaba amable aproveché para hacerle unas cuantas preguntas más que me tenían intrigado…Por lo visto su novio estudiaba también allí pero en la universidad privada porque no le había llegado la nota. Ella le propuso vivir juntos pero él se negó y vivía en un pueblo al que ella casi nunca iba porque siempre se perdía en el metro y una vez acabó al norte del norte y ya tenía miedo de no saber regresar y quedarse en un mundo paralelo de vías y trenes (esto también me hizo reír porque hablaba muy rápido y abría mucho los ojos… como si de verdad existiera la posibilidad de quedarse atrapada en otro mundo).También me contó que su mejor amiga estudiaba en Valencia pero que había preferido irse a una residencia de chicas así que a Lola le tocó buscarse la vida en el último momento y acabó en un piso con una abuela que era de Cuenca. Que por cierto, esta abuela le daba miedo porque tenía los colmillos afilados y los ojos muy azules y le recordaba a Lestat el Vampiro…- Tú fíjate, con lo bonito que habría sido vivir con mi novio o con mi amiga, o los tres juntos en un piso, haciendo vida de verdad y todo se ha ido a la mierda porque son unos cobardes… O quizás esa no es la palabra.- Y ellos se quedan este fin de semana en Valencia?- Si ellos ya están en Alicante!! Se fueron los dos juntos en el Regional de las 3. Por una parte lo entiendo pero por otra parte más grande me cabrea. No sé, es mi novio, si fuera al contrario yo le hubiese esperado para irnos juntos porque total no nos vemos aquí casi nunca. Y los fines de semana tampoco mucho porque quedamos con todos los amigos y aunque yo no quiero ir pues me toca ir…Ella casi nunca me hacía preguntas pero yo sabía con seguridad que estaba esperando al momento adecuado, era una chica prudente…Llegamos a Alicante y ya era más de las 9 de la noche.Bajamos a la estación y se me partió el alma al comprobar que no había allí nadie para recogerla… A pesar de todo, ella buscaba desesperadamente con la mirada alguna cara conocida aún sabiendo que no la encontraría…Me ofrecí a llevarla pero ella se negó en rotundo. Me extendió la mano para despedirse y me sonrió pero su sonrisa había cambiado. Ahora era triste y vacía. Su cara reflejaba algo extraño, como si al lugar al que se dirigía fuera mucho peor de donde venía.- ¿Quieres volver el domingo conmigo?- No, me voy en autobús con mi novio… ya nos veremos algún día, seguro que coincidiremos más veces. Gracias por todo…- Gracias a ti, porque nunca había viajado sentado en el suelo ni se me había hecho el camino tan corto… Si necesitas algo, llámame.Mientras esperaba a Txema la vi alejarse. Arrastraba la maleta lentamente y miraba al suelo… Se puso los auriculares. Creo que se sentía sola pero nunca lo supe con seguridad.Cogió el autobús, el 06, y nadie se ofreció a ayudarla con la maleta… Era una muchacha que cualquier atención hacia ella la agradecía como si le hubieses salvado la vida así que en ese momento decidí conocerla para salvarla… sin saber que tarde o temprano sería ella la que me salvaría a mí.
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