No supe nada de Lola hasta casi dos semanas después...
Eran las dos de la mañana cuando sonó el timbre.
No iba a contestar porque supuse que sería el vecino de abajo que iba otra vez medio borracho y había olvidado sus llaves... aún así, me supo mal dejarlo en la calle así que cogí el telefonillo pero no era ningún vecino...
- Javi, soy Lola... eeeh uuuhm, siento haberte despertado pero es que...
Parecía nerviosa y no la dejé acabar su frase, le abrí y fui a vestirme mientras ella subía
La esperé en el rellano y ella ni siquiera hizo amago de entrar, tampoco me miraba a la cara como las otras veces, parecía como avergonzada de haberse presentado en mi casa... igual que una niña pequeña, tímida y frágil...
- No quería molestarte, en realidad debería marcharme...
- Anda pasa, no seas boba, si estás congelada!! ¿Cuánto tiempo llevas en la calle?
- Casi dos horas pero es que no me decidía a llamarte porque...
- ¿Estás loca? No puedes ir a estas horas tú sola por la calle, hay mucha gente que puede hacerte daño, a parte de que hace hoy un frío de cojones... ¿Qué te pasa en la piel?
- Tengo alergia a la humedad...
- Javi, ¿con quién hablas?
Se escuchó la voz femenina desde mi habitación y Lola se levantó de un salto para irse...
- Enseguida voy Marta, tú duerme
- Javi, perdona, no sabía que vivías con tu novia, si no nunca hubiera venido, te lo juro
- Venga Lolita, no me lo repitas más, esta noche ya no vas a ninguna parte... además ella no es mi novia. Ni siquiera es una amiga, sólo follamos de vez en cuando, ella no me quiere y yo no la quiero
Me miró sorprendida y enseguida me arrepentí de mi forma de hablar... pero es que Lolita todavía era una niña... creía en el amor y en la palabra para siempre aunque su novio pareciese todo un cabrón
- Lo siento, espero que no te ofendas por mi forma de hablar pero es que es la verdad, ¿tú nunca has estado con un tío sin ningún tipo de atadura?
- No... ni siquiera he hecho nada pero espero hacerlo pronto y quitármelo de la cabeza cuanto antes... Para un chico siempre es todo tan fácil...
- Con no hacer nada te refieres que aún eres virgen no? Asintió con la cabeza mirando hacia otro lado. Tampoco tienes que darte prisa... cuando quieras hacerlo lo harás y después ya no pararás. Me empecé a reír pero ella no.
- ¿Quieres un vaso de leche caliente? Puedo prepararte otra cosa si no has cenado, dime qué quieres... ven, vamos a la cocina mientras se calienta tu habitación... He encendido una estufa y ahora te daré otra manta más gorda. Puedes quedarte el tiempo que necesites porque es la habitación de Txema pero él no vendrá hasta dentro de un mes... Aquí está el aseo y en ese armario hay toallas limpias, también tengo un cepillo de dientes sin estrenar, al no ser que lo haya utilizado Marta porque esa tía lo coge todo sin permiso... Un día se puso unos calzoncillos míos para estar por casa y yo me enfadé... Le dije "coño Marta, alguna vez me he puesto yo tus bragas" y ella se enfadó y se fué... Es un poco tonta sabes? No hablamos de nada en concreto ni tampoco tenemos mucho en común, excepto que nos gusta el sexo por las noches...
Lola me seguía por toda la casa sin decir ni una palabra así que le cogí la cara con mis manos, la miré a los ojos y le pregunté directamente qué era lo que pasaba.
- Tengo miedo
- Miedo a qué
- No lo sé, tengo miedo y no había nadie en casa... llamé a mi novio pero no me dejó ir a su casa así que me empecé a agobiar y no sabía qué hacer porque el techo se movía hacia abajo y me faltaba el aire y entonces yo, yo... no sé explicarlo, no se me ocurría nada y empecé a vagar por las calles y sin darme cuenta acabé en tu calle pero no quería tocar porque....
- Sssssh, vale Lolita, tranquila, no hace falta que hables. La cogí entre mis brazos y cerró los ojos pero le costaba tragar saliva. Mira, aquí vas a estar segura y el techo no se mueve. Mírame y respira conmigo, coge aire... eso es. ¿Prefieres una tila?
- No me gusta la tila al no ser que me la mezcles con poleo. Pero prefiero leche, ¿tienes cola cao?
- Jajaja, sí, marchando!
Se tomó la leche despacio y miraba las luces de fuera, en la calle. Empezó a chispear. La acompañé a su habitación y le di un pijama mío que ya no usaba. Le puse otra manta por encima.
- Mañana por la mañana no tengo que hacer nada así que cuando te despiertes desayunaremos juntos... compraré churros... Y ahora no te calientes la cabeza, estás aquí y punto. Intenta dormir y si necesitas algo estoy en la habitación de al lado. No dudes en llamarme eh!
- Gracias... Sonrió y se acurrucó la manta hasta las orejas
Le di un beso en la frente y le apagué la luz.
Cuando volví a mi habitación Marta ya estaba dormida... ocupaba todo mi lado de la cama y se había apoderado de la almohada... roncaba
Suspiré profundamente y me acomodé como pude... La abracé por detrás pero no pensaba en ella...
Eran las dos de la mañana cuando sonó el timbre.
No iba a contestar porque supuse que sería el vecino de abajo que iba otra vez medio borracho y había olvidado sus llaves... aún así, me supo mal dejarlo en la calle así que cogí el telefonillo pero no era ningún vecino...
- Javi, soy Lola... eeeh uuuhm, siento haberte despertado pero es que...
Parecía nerviosa y no la dejé acabar su frase, le abrí y fui a vestirme mientras ella subía
La esperé en el rellano y ella ni siquiera hizo amago de entrar, tampoco me miraba a la cara como las otras veces, parecía como avergonzada de haberse presentado en mi casa... igual que una niña pequeña, tímida y frágil...
- No quería molestarte, en realidad debería marcharme...
- Anda pasa, no seas boba, si estás congelada!! ¿Cuánto tiempo llevas en la calle?
- Casi dos horas pero es que no me decidía a llamarte porque...
- ¿Estás loca? No puedes ir a estas horas tú sola por la calle, hay mucha gente que puede hacerte daño, a parte de que hace hoy un frío de cojones... ¿Qué te pasa en la piel?
- Tengo alergia a la humedad...
- Javi, ¿con quién hablas?
Se escuchó la voz femenina desde mi habitación y Lola se levantó de un salto para irse...
- Enseguida voy Marta, tú duerme
- Javi, perdona, no sabía que vivías con tu novia, si no nunca hubiera venido, te lo juro
- Venga Lolita, no me lo repitas más, esta noche ya no vas a ninguna parte... además ella no es mi novia. Ni siquiera es una amiga, sólo follamos de vez en cuando, ella no me quiere y yo no la quiero
Me miró sorprendida y enseguida me arrepentí de mi forma de hablar... pero es que Lolita todavía era una niña... creía en el amor y en la palabra para siempre aunque su novio pareciese todo un cabrón
- Lo siento, espero que no te ofendas por mi forma de hablar pero es que es la verdad, ¿tú nunca has estado con un tío sin ningún tipo de atadura?
- No... ni siquiera he hecho nada pero espero hacerlo pronto y quitármelo de la cabeza cuanto antes... Para un chico siempre es todo tan fácil...
- Con no hacer nada te refieres que aún eres virgen no? Asintió con la cabeza mirando hacia otro lado. Tampoco tienes que darte prisa... cuando quieras hacerlo lo harás y después ya no pararás. Me empecé a reír pero ella no.
- ¿Quieres un vaso de leche caliente? Puedo prepararte otra cosa si no has cenado, dime qué quieres... ven, vamos a la cocina mientras se calienta tu habitación... He encendido una estufa y ahora te daré otra manta más gorda. Puedes quedarte el tiempo que necesites porque es la habitación de Txema pero él no vendrá hasta dentro de un mes... Aquí está el aseo y en ese armario hay toallas limpias, también tengo un cepillo de dientes sin estrenar, al no ser que lo haya utilizado Marta porque esa tía lo coge todo sin permiso... Un día se puso unos calzoncillos míos para estar por casa y yo me enfadé... Le dije "coño Marta, alguna vez me he puesto yo tus bragas" y ella se enfadó y se fué... Es un poco tonta sabes? No hablamos de nada en concreto ni tampoco tenemos mucho en común, excepto que nos gusta el sexo por las noches...
Lola me seguía por toda la casa sin decir ni una palabra así que le cogí la cara con mis manos, la miré a los ojos y le pregunté directamente qué era lo que pasaba.
- Tengo miedo
- Miedo a qué
- No lo sé, tengo miedo y no había nadie en casa... llamé a mi novio pero no me dejó ir a su casa así que me empecé a agobiar y no sabía qué hacer porque el techo se movía hacia abajo y me faltaba el aire y entonces yo, yo... no sé explicarlo, no se me ocurría nada y empecé a vagar por las calles y sin darme cuenta acabé en tu calle pero no quería tocar porque....
- Sssssh, vale Lolita, tranquila, no hace falta que hables. La cogí entre mis brazos y cerró los ojos pero le costaba tragar saliva. Mira, aquí vas a estar segura y el techo no se mueve. Mírame y respira conmigo, coge aire... eso es. ¿Prefieres una tila?
- No me gusta la tila al no ser que me la mezcles con poleo. Pero prefiero leche, ¿tienes cola cao?
- Jajaja, sí, marchando!
Se tomó la leche despacio y miraba las luces de fuera, en la calle. Empezó a chispear. La acompañé a su habitación y le di un pijama mío que ya no usaba. Le puse otra manta por encima.
- Mañana por la mañana no tengo que hacer nada así que cuando te despiertes desayunaremos juntos... compraré churros... Y ahora no te calientes la cabeza, estás aquí y punto. Intenta dormir y si necesitas algo estoy en la habitación de al lado. No dudes en llamarme eh!
- Gracias... Sonrió y se acurrucó la manta hasta las orejas
Le di un beso en la frente y le apagué la luz.
Cuando volví a mi habitación Marta ya estaba dormida... ocupaba todo mi lado de la cama y se había apoderado de la almohada... roncaba
Suspiré profundamente y me acomodé como pude... La abracé por detrás pero no pensaba en ella...
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