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No pude olvidar la mirada de Lola en todo el fin de semana...Llegué a mi casa, saludé a mi madre y la invité a cenar para que me contara tranquilamente lo que había hecho estos últimos meses. Hacía tres meses que no iba a Alicante así que me puso al día de todos los cotilleos en el trabajo y de todos los hombres con los que había salido... Yo le hablé un poco sobre las clases, mi nuevo trabajo en una tienducha de cámaras y de todas las chicas con las que había salido... y luego le hablé de Lola y de la corazonada que sentí al verla.Después de cenar fuimos a tomar unos tequilas... Mi madre es una tía enrollada y me llevo bien con ella aunque no ha tenido mucha suerte en la vida. Un cabrón la dejó preñada y luego desapareció del mapa. Mi madre decidió tenerme a pesar de que era bastante joven, abandonó el pueblo y vino a Alicante a buscar trabajo. Me crió ella sola y nunca me ha faltado de nada, quizás un hermano porque soy hijo único. Nunca he visto a mi padre, ni en foto, aunque la verdad es que no me importa. Sé que tengo una madre, para qué quiero más...El sábado no salí de casa en todo el día. Txema pasó el día conmigo en casa y sacamos un par de temas con las guitarras. Txema es mi mejor amigo, en realidad es el único, aunque conozco a mucha gente... pero no hablo de cosas importantes con los demás. Con Txema me siento seguro de poder ser yo mismo porque nos conocemos desde pequeños y fuimos cambiando a la vez. Y en cierto modo, escogimos el mismo camino así es que es lo más parecido a un hermano... Él estudiaba en Alicante, Geografía e Historia, y muchos fines de semana venía a pasarlos conmigo a Valencia.Nos pasamos la noche del sábado comiendo pizzas, bebiendo cervezas y viendo películas de samurais...¿Qué estaría haciendo Lola un sábado por la noche en la misma ciudad que yo?¿Dónde viviría? ¿Estaría bien?A la vuelta la busqué en el tren... pero no la encontré