18/6/08

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Un día Lola llegó a mi casa enfadada porque su novio le había regalado un anillo de plata.
-¿Y esos morritos a qué vienen?
- Mira qué anillo!
- Uy, qué monada no?
- No! No es una monada. Es de plata con diamantitos. Es feo!
- ¿Y por qué lo llevas?
- Me lo ha regalado mi novio... menuda mierda de regalo
- Yo pensaba que te gustaría que te regalaran un anillo, con lo loca que estás por comprometerte...
- Pero este anillo no es de compromiso hombre. El problema es que me regala una cosa que le gusta a él. No me respeta mi forma de ser, yo nunca llevo este tipo de anillos, me quiere transformar como a las guarras de sus amigas
- Las guarras de sus amigas son las guarras de tus amigas?
- Sí, pero bueno, si en realidad fueran mis amigas no las llamaría así pero se pasan el día picándome. El caso es que yo a él no le regalo cosas que no sean de su estilo pero él siempre me regala ropa pija, aunque el colmo es el anillo este.
- Bueno, Txema y yo también tenemos un regalo para ti
- Ah pues dámelo eh, al no ser que sean unos pendientes de oro, que entonces te los comes con patatas.
- No, esta noche te recojo y te lo damos
- Ah bueno, pero entonces que me pongo de ropa?
- Como siempre

Por la noche la recogí y la llevé a la playa. Allí estaba Txema con todo preparado.
-Tachán!! Una cena con antorchas para nuestra Lola la Loca - dijo Txema
- Te regalamos un amanecer en la playa ¿Te gusta o quieres devolverlo?
- Ay no! me encanta!! Muchas gracias

Lola nos cogió del cuello a los dos para abrazarnos. Nos bañamos, bebimos, bailamos y sobretodo nos reímos. Txema no llegó al amanecer, cayó muerto en su saco de dormir y no pudimos despertarlo. Lola se sentó muy quieta y no me olvidaré nunca de esa carita tan serena iluminada por la luz del sol

-Es precioso - dijo sin mirarme
Y dos lágrimas le resbalaron por la mejilla