21/4/08

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Conversación telefónica:
- Lola, ¿te viene bien quedar para cenar con Txema y su novia mañana por la noche?
- No sé, mañana te lo digo
- Va venga, que hay que reservar
- Bueno, cuenta con mi arco
- ¿Qué?
- Tío, Légolas en el Señor de los Anillos
- Ah vale ya pillo, pero tienes más parecido al enano Gimli no crees?
- Estoy ocupada, mañana nos vemos
Colgó. Lola es así de "ella" cuando coge confianza. Me volvió a llamar:
- Javi, ¿qué te vas a poner de ropa?
- Pues no lo sé, lo primero que pille y esté limpio
- Sí bueno. ¿Qué me pongo yo de ropa? Es por dar buena impresión y tal
- Sí que estás de buen humor hoy... Yo que sé Lola, no conozco tu armario, si siempre vas con lo mismo! Pinte algo que no esté roto anda. O mejor, no te pongas nada
- Me parto de risa contigo. ¿Es lo único que se te ocurre decir, que no me ponga nada? Acabas de quedar como cualquier tío vulgar y corriente
- Lola, es que me llamas para preguntarme que te pones de ropa. Tiene cojones la cosa eh
- Mmmm, vale, se lo preguntaré a mi hermano que es mi estilista. Mañana nos vemos
Volvió a colgar sin que dejara despedirme

Lola siempre tenía un dilema con la ropa. La verdad es que todas las chicas que conozco siempre lo han tenido. Supongo que un chico tiene más fácil escoger la ropa, se pone cualquier cosa y ya está. Para colmo Lola es muy indecisa y es capaz de cambiarse la camiseta como diez mil veces antes de salir (al final siempre se pone la que llevaba puesta desde el principio). Encima era bastante, como diría, grunge en el vestir. Por aquella época tenía el pelo largo y siempre llevaba unos vaqueros rotos, unas zapatillas de tela de color lila (descoloridas por supuesto) y camisetas muy hippies. aunque su camiseta favorita era una verde oscura que ponía "Save your Existenz". Sólo le faltaba una furgoneta pintada con flores para ser de otra época... A mi la verdad es que me encantaba pero sé que tenía broncas muy gordas cada vez que su novio la veía aparecer con unos vaqueros rotos por el culo...

Pero esa noche fue diferente. Había quedado con Txema y su novia en el restaurante pero con Lola había quedado un poco antes en la calle porque ella no sabía donde estaba. Cuando vi que Lola se acercaba a mi calle abajo entre la mulitud el tiempo se ralentizó, como en las películas. En mi cabeza empezó a sonar la canción de The Album Leaf "Always for you". Yo tenía una sonrisa de oreja a oreja. Ella desde lejos suponía porqué y se puso a poner carazas, como de costumbre. Se puso bizca y abrió las aletas de la nariz pero ni eso le quitaba el encanto...

Llevaba un vestido blanco hasta las rodillas y unas sandalias de caracolas atadas a los tobillos. se había recogido el pelo en dos moñitos y aunque tenía mil orquillas siempre se le escapaba algún mechón de pelo... Raro en ella, no tenía collares pero sí unos pendientes largos con dos cascabeles que se había hecho ella misma y un montón de pulseras. Cada vez que hablaba movía las manos y se escuchaba el tintineo de sus pulseras y los cascabeles de las orejas.

- Hola Javi, ¿qué pasa?, ¿has visto un fantasma o qué?
-Un fantasma no. Estoy viendo a una diosa griega, ¿qué has hecho con mi Lola?
- No pensarías que iba a venir con unos pantalones rotos no?
- No sé, a ti eso siempre te ha resbalado
- Mira, como en el trabajo no puedo llevar pendientes ni nada parecido me he puesto todas las pulseras que tenía.
- No, ya te veo... Bueno en realidad te veo entera
- ¿Entera? Si no se me ve nada capullo. No hagas que me sienta insegura
- Creo que es la primera vez que te veo los hombros, tienes un montón de pecas, me encantan. Lola estás preciosa, de verdad. No sé porque no te pones este vestido más a menudo... Tu novio habrá alucinado al verte
- Qué dices, no le gusta el color blanco porque yo soy muy blanca, además se me marca el michelín de la barriga, ¿no lo ves?
- Pues no me he fijado joder. ¿Quién coño se fijaría con el escote que luces?
- ¿perdona?
- Nada, que me gustan tus pendientes

La cena transcurrió bastante bien. O eso creíamos. Txema también se sorprendió al ver a Lola tan descubierta. Su novia era muy guapa y se reía con todas las anécdotas que contaba Lola. A Lola le cayó muy bien. Cenamos, bebimos y nos reímos. Después de la cena Lola quería salir pero la novia de Txema estaba cansada así que los dos se fueron y yo me quedé solo con ella.

- Javi, vamos a salir un rato a bailar. Hoy es mi día libre. Ni siquiera he ido a la playa en todo el verano, trabajo todos los días y si no me acompañas a bailar me iré yo sola
- Bueno vale, pero yo no bailo
- ¿Te vas a quedar quieto en medio de un mntón de gente? Además nos vamos al Coyote, que ahí ponen Rage Against the Machine y me apetece bailar una canción de ellos. Ah! y seguro que ponen Nirvana
- ¿Lola y cómo coño se baila Nirvana?
- Yo te enseño, venga vamos
- Me habías dicho que luego habías quedado con tu novio. A mi sinceramente no me apetece conocerlo
- Mi novio se ha ido de cámping con sus amigos pero antes de irse me ha dicho que tal vez nos deberíamos dar un tiempo de descanso... puto cabrón ¿Te vienes a bailar o qué?
- Sí, sí, vamos

Estuvimos bailando el resto de la noche. Nirvana, Marilyn Manson, RATM... Me sentí aliviado de ir a un sitio donde no tuviéramos que hablar. Sólo me apetecía mirarla aun sabiendo que si intentaba descifrar los demonios que tenía dentro me volvería loco.

Lola se dejó llevar en medio de la pista. Era la única chica que iba de blanco. La única que era capaz de bailar Nirvana. Siempre me había fijado en ella como una persona fuerte, independiente, el huracán que todo lo destroza y eso es lo que me atraía de ella, su carácter y su humor en general pero a partir de esa noche me atrajo también su cuerpo. Su cuello, sus orejas y el temblor de su cuerpo cuando se reía a carcajadas. Entonces me arrepentí de haber estado con tantas chicas...

3/4/08

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El verano se me hacía eterno. Estaba en Alicante donde se supone que estaba mi madre, Txema y Lola pero a veces me sentía más solo que en Valencia. Creo que nunca me ha gustado el verano, y a Lola tampoco porque ella también estaba más desesperada que de costumbre. Aunque ella seguí con el trabajo y cada día que pasaba se sumaba un problema en su casa... Yo no podía hacer nada para ayudarla, o hacía todo lo que podía, fue la época en la que tuve más paciencia en la vida.

Mi madre iba a su bola, cosa que no me extrañaba porque es lo que siempre había hecho. Si ella estaba bien yo estaba bien, todo se pega. Txema llevaba casi seis meses saliendo con una chica y ya se sabe que los primeros meses de noviazgo son los mejores... Así que estaba totalmente perdido. Yo había visto a su novia un par de veces y aunque Txema me insistía en quedar los tres yo me negaba, no quería ser un aguantavelas así que hasta que no pudiera venir Lola también yo pasaba de ver a dos personas asquerosamente encoñadas.

Una vez me llamó Lola del trabajo. Sólo dijo "Javi ven a recogerme ya" así que fui como un rayo. Ella me estaba esperando totalmente pálida, temblaba y casi ni me reconoció al verme. La llevé a mi casa y le puse el termómetro. Mi madre no estaba y yo me empecé a acojonar. Lola no paraba de tiritar y sin embargo tenía un poco más de 40 de fiebre. Empezó a delirar y a soltar parrafadas sin sentido.

- Lola escúchame, te voy a llevar al hospital
- Si me muevo me muero, Javi, que me siento morir.
- Sssh, vale Lola, tranquila no hables, te tengo que bajar la fiebre de algún modo

Llené la bañera con agua helada y la metí 5 minutos, luego la llevé a la cama y le puse paños de agua fría. Cuando era pequeño mi abuela me quitó así la fiebre, lo hice por medidas desesperadas. Al rato Lola tenía 38 de fiebre, algo más normal y me explicó lo que había pasado.
Estaba trabajando en la terraza de la calle, que en agosto pues serán más de 30 grados fijo. Y también estaba en la parte de arriba donde tenían el aire acondicionado a toda pastilla. Así que el contraste con lo debilucha que es ella pues le sentó mal. Pero lo peor de todo es que el encargado cabrón le mandó a recoger unas hamburguesas del congelador ese gigante (donde tienen hasta el pan) y le dijo que no hacía falta que se pusiera el traje especial porque eran sólo 5 minutos...
- Joder qué cabrón, seguro que él nunca ha entrado a un congelador gigante a pelo
- Pues no lo creo, el caso es que al final he estado un cojón de tiempo en el puto congelador y sabes que me ha pasado, que tenía la regla y se me ha cortado de repente, creo que de ahí me viene la fiebre tan alta.
- Pues no creo que sea muy bueno que a una chica se le corte la regla de repente así que voy a llevarte al médico ya
- Sí pero es que trabajo esta noche
- No digas tonterías, vamos a pedir la baja y yo mismo llamo a tu trabajo para decir que estás enferma y si se pone el cabrón del congelador me va a oir pero bien... Ah por cierto, te parece que otro día quedemos con Txema para que nos presente oficialmente a su novia?
- Bueno, me da un poco de corte conocer a gente pero cuando tenga todo en su sitio te prometo que vamos