15/3/08

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Lola empezó a buscar trabajo desesperadamente pero siempre le cerraban las puertas. Al final acabó en un McDonald's. El peor de todos porque estábamos casi en verano y fue a parar al sitio más turístico. Ese lugar no era trabajo para ella. Lola es una persona buena, dulce y creativa y eso era un nido de víboras.

Así que en verano yo me fui a Alicante por primera vez en mucho tiempo para estar más cerca de ella por si me necesitaba pero casi ni la vi. Algunas noches iba a recogerla porque su novio nunca iba fuera la hora que fuera y Lola siempre salía tarde. Como muy pronto salía a la 1 de la mañana. Fue una locura de verano para ella. Hacía más de 40 horas semanales y le pagaban una mierda. Se le trastornó el sueño porque la ponían a hacer el turno de noche. Empezó a adelgazar por el estrés y por la falta de sueño y entonces fue cuando le dijeron que tenía una taquicardia bastante fuerte.

Porque Lola no sólo trabajaba como una mula. Se encargaba de tener la casa limpia, hacer la compra, cuidar de su hermano y sacaba tiempo para "atender" a su novio. Todo el dinero que ganaba se lo daba a su madre. Tenía tal ansiedad que hasta dejó de tener la regla unos meses.

Un día vino a mi casa totalmente demacrada, con unas ojeras hasta los pies. Algo me comentó que le dio un ataque de risa, hasta le caían lágrimas pero seguidamente esa risa se convirtió en un llanto amargo. Lola pasa de la risa al llanto con mucha facilidad y le suele venir en épocas en las que está muy preocupada o ansiosa.

- Ey Lola, venga no llores
- Es que... no puedo dormir!! Creo que en esta semana he dormido sólo 12 horas. No me han pagado las horas extras y el gerente me ha abroncado y encima he discutido con mi novio!
- Qué le pasa esta vez a tu "querido"?
- Pues que ayer era mi día libre así que nos fuimos a un motel para estar un rato juntos pero me dormí. Él me intentó despertar pero no lo consiguió y ya me he despertado esta mañana. Imagina su cara
- Joder qué imbécil, es que no sé ni por qué te molestas en seguir con él pero no quiero discutir contigo.
- En el trabajo me han ofrecido unas pastillas para dormir
- Lola, no me empieces a tomar mierdas, que para eso dejas el trabajo ese y ya está
- Sí claro, necesito la pasta o qué te crees que me gusta estar sirviendo hamburguesas a unos cuantos gilipollas? Que el otro día me vino un tío con traje y corbata y me trató como a una puta mierda, se pensaba el muy cabrón que estaba en un restaurante de lujo... Y tranquilo, que no voy a tomar ninguna mierda, sólo espero que no me pase como al tío del club de la lucha...
- Venga te invito a un helado
- Qué dices, si trabajo dentro de 4 horas, sólo he venido a tu casa para preguntarte si me dejas dormir aquí un rato.
- ¿A qué hora sales del curro?
- A las 6 de la mañana, pero entre que pasa el bus llego a mi casa casi a las 8
- Anda tira a dormir que en tres horas te despierto...

Durmió como un tronco. Y algo curioso, pone carazas hasta cuando duerme...

3/3/08

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Pasado algún tiempo Lola anuló su matrícula en la Universidad de Valencia y volvió a Alicante. su familia estaba pasando por un momento muy malo y sus padres rumoreaban con que iban a separarse. Lola estaba preocupada sobretodo por su hermano pequeño así que sin pensarlo dos veces decidió marcharse. Ni siquiera lo consultó a sus padres. Simplemente lo anuló todo, incluso dejó a su querido novio en Valencia, hizo su maleta y cuando llegó a casa a mitad de una semana cualquiera le dijo a su madre "he vuelto para ayudarte". Lo que Lola no sabía era la situación tan jodida que iba a encontrarse así que al final más que ayudar cogió el mando de la casa. Pasó a ser incluso la madre de sus propios padres ante tal desastre.

Yo tardé un tiempo en recuperarme. No era consciente de que Lola se había ido para no volver y no poder verla cada día me mataba por dentro. Todos los días me parecían lunes nublados. Hacía mucho tiempo que yo no iba a ver a mi madre a Alicante y entre semana nada más que quería que llegara el fin de semana para irme y poder ver a Lola. Lo malo es que casi nunca podía verla pero saber que me encontraba en la misma ciudad que ella me calmaba.

Un día sin yo esperarlo abrí mi buzón y entre todas las facturas y la propaganda vi un sobre hecho a mano con un montón de dibujitos. En el remite vi su nombre "Lola" y sin ni siquiera leer la carta me puse a llorar como un niño, antes de subir a mi casa. Entonces me di cuenta. Otra vez había actuado como un egoista. Mi querida Lola probablemente estuviera pasando por el peor momento de su vida y yo sólo pensaba que no podía verla todos los días. Ella necesitaba ayuda desesperadamente, un hombro en el que llorar (o incluso en el que pagar las cosas) y yo otra vez pensando en mí mismo. Ella que estaba tan ocupada y deprimida y aún había sacado tiempo de escribirme una carta de 10 folios donde se preocupaba por mí y me daba ánimos. En la carta me contaba historietas inventadas y un montón de cosas que me hicieron reir y quererla más aún. en la última hoja había pintado su mano de color azul. Me ponía una postdata que decía: "una tarde de desesperación me compré un bote de pintura y pinté mi habitación, he metido mi mano en el bote para mostrarte el tono de azul que he elegido, el azul es bueno para mi mente, a veces estoy en el cielo y otras veces en el fondo del mar". Y otra vez me leyó la mente porque seguidamente me dijo "no tengas la sensación de estar siempre en un lunes nublado, siempre siempre adelante"

Le hice caso, no podía dejar que se preocupara también por mí. ella me había cuidado durante mucho tiempo. Ahora me tocaba a mi, sólo tenía que convencerla de que se dejara cuidar.