Txema la llamó pidiéndole que volviera para hablar de una cosa muy importante y urgente. Pero Lola se negó:
- Y una mierda, llevo todo el día en vuestra casa y nada más que hemos dicho tonterías y ahora que estoy en el autobús no voy a bajarme otra vez.
- Pero Lola, es que es importante. Y no te lo puedo decir por teléfono.
- Pues tendrás que esperar Txema. Llevo media hora en la parada esperando al autobús y vivo en el quinto pino... Así que ya quedamos en un par de días.
- ¿Tanto tiempo?
- Mañana es nochebuena y tengo que hacer un montón de cosas. Y al día siguiente es navidad y es todo bastante deprimente. Así que hasta el 27 o 28 no puedo quedar.
- Joder Lolita, échate al rollo. Bájate que luego yo te subo a tu casa.
- No, quiero llegar a mi casa ya y ponerme el pijama, en la moto hace frío.
- Lola, si no te lo digo ahora lo que tengo que decir ya no te lo diré nunca.
- Pero qué pesado. Bueno, tómatelo como regalo de navidad. Me bajo en la siguiente parada y en media hora estoy allí. Más te vale que de verdad sea importante porque si me haces bajar para nada te arranco la cabeza me oyes?
- Eres la dulzura personificada. No tardes.
Intenté disuadir a Txema argumentándole de todo. Que no era una decisión madura, que nos iba a matar, que era ridículo. Pero él estaba convencido. Yo quería que la tierra me tragase. No podía creerme lo que estaba a punto de pasar. Txema se supone que iba a hacer una declaración conjunta. Era lo más absurdo que habíamos hecho en años. Ni siquiera cuando estábamos en la edad del pavo hacíamos esas tonterías. Pero los dos teníamos esperanzas. Y entonces llegó y encima estaba de mal humor por haberla hecho venir. No pintaba nada bien:
- Bueno qué os pica.
- Espera Lola porque no sé cómo empezar ahora que te tengo delante.
- Txema tienes dos minutos antes de perder tu querido cabezón.
- No, si la cabeza ya la tengo perdida. Y Javi también.
- Al grano Txema!!
- Te queremos. Y queremos que elijas a uno de los dos.
Eso no es ir al grano, es ir a la yugular. Txema nunca ha tenido tacto y menos si Lola está delante bufando de mala leche. Así lo soltó. La cara de Lola era un cuadro y yo no me atrevía ni a respirar así que me quedé mirando el suelo. Txema estaba ahí plantado esperando la respuesta pero yo conocía a Lola mejor que él... y me estaba preparando para la lluvia de ironía que nos iba a lanzar...
- ¿Que qué? ¿Me estás diciendo que me queréis y que elija a uno de los dos? - Se llevó las manos a la cabeza.
- Así es Lola, y si lo tienes claro dilo ya porque ninguno de los dos se va a enfadar.
- Pero qué cojones me estás contando Txema!! Te lo he dicho mil veces que el porno no es bueno para la mente, que luego se te quedan malas ideas y las confundes con la realidad. Y esto no es una peli porno, porque si lo fuera, nos quitábamos la ropa todos y a pasarlo bien pero...
- No lo saques de quicio porque no es tan grave, simplemente te he pedido que elijas a uno de los dos.
- Que os elija exactamente para qué?
- Para ser tu novio.
- Perdona pero me ves con cara de necesitar un novio? Hace un mes tenía novio y me dejó. He estado dos años y medio saliendo con una persona, pensando que me quería, pensando que había un futuro. Dos años y medio perdidos que no voy a recuperar nunca. Necesito tiempo para recomponerme y tú me pides que elija a uno de los dos?? ¿Qué clase de proposición es esa? Nosotros tres sólo somos amigos. Y nunca habrá nada más. Pensaba que estaba claro. ¿No sabéis tener una amiga? ¿O es que os tenéis que acostar con todas las chicas que os hablan?
- Pero esto es diferente Lola. Me gustas desde que he pasado tanto tiempo contigo.
- Ah, ¿y no te habrás confundido? Además que es eso de "me gustas". A mí me gusta el helado y también me gustan los perritos pequeños, pero las personas no se gustan... Mírame bien Txema. ¿Estás seguro que quieres ser mi novio? ¿Quieres besarme y hacer el amor conmigo? ¿Quieres aguantar todas mis tonterías, porque tengo muchas sabes? Y no has visto ni la mitad. ¿Y si eligiera a Javi? Si de verdad me quisieras como para ser mi novio sufrirías. ¿Crees que quiero hacer daño a alguno de los dos?
- Estamos dispuestos a sufrir.
- No me apetece seguir hablando de esto. Creo que sois unos insensatos. Os veré el año que viene. Que paséis buenas fiestas.
- Pero Lola, no nos dejes así.
- Mira Txema, da gracias que no te haya soltado un mamporro. No me puedes decir lo que me has dicho y me estoy empezando a cabrear.
- Bueno, te llevo a casa.
- Déjalo, quiero irme yo sola.
- Pero si está lloviendo a mares.
- Bueno, sólo es lluvia. Adios.
Lola se fue y Txema se tiró al sofá. Y yo que me había mantenido al margen y en silencio decidí ir tras ella. Ahora me tocaba hablar a mi.