14/4/07

22

Eran una de esas tardes poco productivas...
No teníamos clase y Txema había venido para quedarse unos días. Él estaba tumbado en el sofá boca abajo, con las piernas en la pared y la cabeza colgando. Lola estaba sentada en el suelo, al lado del balcón porque en ese momento entraban los rayos del sol y hacían que su pelo pareciese de oro. Estaba sentada y se abrazaba las piernas para poner la cabeza en sus rodillas, de vez en cuando se balanceaba. Yo estaba en el otro sofá y miraba a Lola disimuladamente...
- ¿Qué harías si tuviéseis mucha pasta para gastar?- Soltó Txema a bocajarro.
- Me iría lejos de aquí. Muy lejos. - Dijo Lola sin pensarlo mucho y continuó hablando.
- La verdad es que me gustaría hacer muchas cosas pero el dinero se va muy rápido y luego no da para tanto. Me compraría una caravana y alquilaría una parcela de cámping al lado del mar durante un año. Podría estar todo un año de conciertos... Me gustaría mucho montar un negocio en Alicante
- ¿En serio? ¿Un negocio de qué?
- No lo sé exactamente pero sería original, una alternativa de ocio para los que no quieren hacer lo mismo de siempre. Cada día haría algo distinto. Contrataría a todos los que tocan por las calles. Pondría películas, la música que quisiera, invitaría a poetas y artistas desconocidos que no tienen patrocinadores. Daría conciertos de grupos noveles...
- Vale Lola para el carro que captamos la idea. Es muy buena idea, un bar filántropo pero necesitarías mucha pasta
- Sí pero aún soy joven así que no me mates las ilusiones... Aunque en realidad, si tuviera mucho dinero lo guardaría para el futuro de mi hermano. Me compraría un piso pequeño e intentaría ser su tutora
- ¿Tan mal van las cosas por tu casa?
- Sí, cada vez peor pero ya he tomado una decisión y tengo que hablar con vosotros seriamente...
- Joder Lolita, lo siento mucho. Sabes que con nosotros puedes contar para lo que necesites.
- Lo sé. Ahora en realidad necesito vuestro apoyo moral. Me habéis tratado muy bien y tú Javi, me has hecho sentir... creo que no lo puedo expresar con palabras pero eres alguien muy importante en mi vida y te estoy eternamente agradecida.
- Pero que nos tienes que contar?
- He decidido volver a Alicante.
- ¿Qué? Pero... ¿lo dices en serio?
- Sí, me dejo la carrera y vuelvo a Alicante. Lo he pensado mucho estos días. Trabajaré todo este tiempo hasta junio y empezaré otra carrera en Alicante. Trabajo Social me atrae mucho y creo que me gustará. Javi no pongas esa cara. Nos seguiremos viendo pero mi familia me necesita. En realidad lo hago por mi hermano. No sabes lo duro que me resulta quedarme aquí mientras mi casa se desmorona.
En ese momento me hubiese gustado arrodillarme y rogarle que no se fuera, que se quedara conmigo. Le hubiese prometido amarla para siempre y protegerla entre mis brazos. Pero supuse que la decisión que había tomado era por algo importante y no se merecía que yo le pusiese las cosas más difíciles. Así que dejé mi egoísmo a un lado, me levanté del sofá y la abracé fuertemente. Ella me apretó fuerte, supongo que para no ponerse a llorar pero yo no lo pude evitar...
- Te quiero mucho Lolita, tienes todo mi apoyo
Txema no fue tan maduro y le soltó un sermón:
- Lola, estás segura de lo que vas a hacer. Porque es una puta mierda! No lo has elegido tú y si luego te arrepientes qué?
- Tengo que hacerlo Txema
- Y si te equivocas? Y si crees que tienes que hacerlo pero en realidad no tienes que hacerlo eh?
- Vale Txema, si quieres dejo que mis padres se sigan pegando. No lo hago por ellos, mis hermanos me necesitan. Edu sólo tiene tres años y tiene miedo de mi casa...
- Pero estás renunciando a tu vida y puede ser que luego te cueste mucho tiempo retomarla y coger de nuevo las riendas
- Lo sé Txema, puede que no salga de esto pero tengo que hacerlo. Te agradezco tus palabras porque tienes mucha razón pero la decisión está tomada
- Por cierto, ¿qué ha dicho tu novio?
- Se lo ha tomado fatal. Me ha rogado que no me vaya. Creo que nunca me va a entender pero ya no me importa...
Por una vez Lola no fue la chica débil y nos demostró su fuerza interior. Pero ese día algo cambió en ella, se hizo mayor de golpe y tomó una decisión que a día de hoy le sigue pasando factura. Por dentro se rompió en pedazos y aún le quedan trozos sin recoger...

1 comentario:

marmotilla dijo...

Ah, has vuelto a escribir...
:)