11/8/08

44

Fuimos a comer a un mexicano. Lola y yo solíamos ir a comer a una cantina más que nada por la margarita. Lola no bebe nunca pero tiene un buen saque con el tequila. Nos pasábamos horas charlando delante de una jarra de margarita bien fría hasta que nos empezaba a pesar el cuerpo entero...

-¿Pedimos una jarra de margarita?
- Creo que hoy paso. No quiero llegar borrachuza a Alicante.
- Pero es que te vuelves hoy?
- Claro, si ya te he dicho que sólo venía a hablar contigo
- Pero mujer, yo pensaba que te quedarías esta noche. Como has dicho que te has saltado la parada de Elche porque pasabas de ir con los amigos de tu novio...
- Sí, pero... ¡mierda! No les he avisado. Espera que voy a llamarle un segundo. Se va a pillar un mosqueo que te cagas como me estén esperando. Mira ves, tengo dos mensajes nuevos... Joder
- Qué, qué pasa
- Nada, que el capullo en vez de llamarme me manda un mensajito que pone: "Nena, como éramos tanta gente en la estación no me he dado cuenta y nos hemos ido al restaurante sin ti, cuando llegues a la estación llámame y te doy las indicaciones para llegar"
- ¿Te llama nena?
- Pues mira, es una cosa que odio pero no consigo quitarle la manía
- Lolita... ¿eres consciente de que tu novio se ha olvidado de ti?
- Sí, pero bueno, no es la primera vez. Ya me dejó tirada en la bolera como si fuera un puto perro que abandonan en verano

- Hola buenas tardes, qué les pongo para beber
- Pues creo que ella quiere agua y para mí una cerveza
- No, no, póngame un margarita, bueno no, traiga una jarra por favor
- Esa es mi Lola. Choca esos cinco.
- Al final siempre acaban pagando el pato de mis problemas mis pobres riñones...
- Bueno Lola, no te pongas triste porque tu novio se olvide de ti. Seguro que está muy bien acompañado, pero ya verás como esta noche te empieza a echar de menos
- Oye relaja el tono irónico que parece que te alegras de que esté con un capullo.
- Perdón, no te enfades. Lo que no entiendo muy bien de ti, bueno en realidad de ti nunca entiendo nada, pero lo que menos entiendo es por qué sales con él. Te mereces a alguien que te trate como a una reina
- Sí, bueno, vale... No nos desviemos del tema. Yo quiero hablarte de lo que ha pasado estas últimas semanas...
- ¿A qué te refieres?
- Bueno, pues lo que me contaste que había sucedido entre tú y Marta que parece que me sentó mal y te colgué el teléfono porque me empezaste a chinchar y luego estuvimos un tiempo sin hablarnos y parece que lo has pasado mal y yo me he presentado aquí para aclarar el tema porque me siento mal
- Bueno Lola, yo creo que no hay nada que aclarar, además entre Marta y yo no hay...
- Espera déjame terminar. Es que reconozco que sí me puse un poco celosa en su momento
- ¿en serio?
- Sí, pero quiero explicarte por qué. Tú y yo somos buenos amigos y estamos bastante unidos pero ahora mismo nuestros caminos se están separando bastante. Porque yo me he vuelto a Alicante, tú sigues en Valencia y ya no nos vemos tanto. Y eso de no verte no me preocupa porque tenemos mucha confianza y sé que la relación no se va a enfriar aunque pasaran mil años sin vernos. Yo ahora estoy en un momento delicado por todos los problemas que estoy teniendo y bueno me siento como un robot sabes? Cada día hago lo mismo mecánicamente, ya no pienso y creo que ni siquiera siento. Simplemente dejo que pasen los días y estoy rota por dentro. No soy feliz con lo que hago ni estoy motivada pero debo seguir adelante con la decisión que he tomado aunque sepa de sobra que esta decisión va a arruinarme la puta vida y que probablemente tarde años en recomponer cada pedacito roto. Creo que me estoy dispersando. Lo que te quiero decir es que eres la persona que mejor me trata y cuando estoy contigo me siento agusto conmigo misma porque estoy más relajada y no tengo la sensación de tener que estar alerta. Contigo puedo bajar la guardia y puedo abrir esta especie de coraza protectora que me envuelve. Y bueno, ya sabes lo egoista y egocéntrica que puedo llegar a ser a veces así que cuando me dijiste que tenías novia me puse celosa porque pensé que tal vez todo esto que te acabo de decir podría desaparecer y ya no me harías caso y bueno, que yo pasaría a un segundo plano... Y entonces al cabo de los días pensé que eso al fin y al cabo es normal porque cada uno tiene su vida. Y bueno, cuando tú me conociste ya salías con Marta y a mí siempre me has tratado igual hayas tenido novia o no así que en realidad no debo preocuparme porque bastantes cosas tengo ya en la cabeza como para agobiarme por estas tonterías no? Y bueno, en realidad Marta es una chica estupenda y hacéis muy buena pareja y me alegro de que volváis a daros una oportunidad porque me cae muy bien y me gustaría conocerla un poco mejor...
- ¿Has acabado ya?
- Sí, ya sabes que si las cosas se dejan claras mucho mejor
- Estoy de acuerdo contigo. ¿Entonces crees que Marta y yo hacemos buena pareja?
- Creo que es la chica ideal para ti.

¿Crees que Marta y yo hacemos buena pareja? Soy un embustero, tendría que haber aprovechado ese momento para decirle: "Lolita, hubiese preferido que tus celos fueran provocados porque en realidad sientes algo por mi y no soportas la idea de verme con otra chica" Pero no le dije nada. Vaya decepción. El caso es que cuando Lola hablaba así de bien sobre Marta lo decía en serio, no fingía.

Cuando Lola tenía esos arranques de sinceridad extrema y de verdad se quitaba la coraza protectora me abrumaba. Ella bajaba totalmente la guardia y se mostraba tan frágil que me daba miedo hasta mirarla por si de verdad se rompía en mil pedazos. Confiaba en mi y para mi eran momentos sagrados. Porque yo sabía que nunca le decía a nadie lo que le pasaba por la cabeza ni lo que realmente sentía. Yo era el elegido y estaba profundamente agradecido porque yo a ella también le he contado cosas que jamás sabrá nadie...


2 comentarios:

Ludwig Constantine dijo...

Aunque éste sea mi primer comentario aquí, hace tiempo que te leo, y me encanta. Sigue así, por favor.

javi dijo...

Gracias a ambos por el comentario :)
Un saludo!
Y me alegra que hayas comentado Ludwig!