4/2/09

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Todo empezó a ir mal. Pasé tres días en cama, sin moverme, sin comer. Enfermo. Reprochándome todo lo que había pasado. Tenía que habérselo dicho antes. No tenía que habérselo dicho nunca. Ojalá no se hubiera cruzado en mi vida. Mujer cruel. Me había hecho daño. Me había convertido en una persona débil. Nunca había llorado antes por una chica. Empezaba a odiarla. Engreída estúpida. Loca histérica. Por qué tuvo que encontrarme aquel día. Por qué no me dejó morir. No me preguntó si quería que me salvara. La odio, la odio, la quiero. No puedo estar con ella. No puedo estar sin ella. Quiero morir.

Txema se enfadó conmigo. Te dije que no la cagaras. No habéis salido juntos y ya no os soportáis, me siento como un niño con unos padres que se acaban de divorciar. Todo esto es una mierda, es por tu culpa, por cabezón.

Txema la llamó. Quedó con ella, le suplicó. O eso me contó:

- Lola, tienes que arreglar las cosas con Javi
- Fue él quien quiso poner distancia. Txema no tengo ningún problema contigo. Pase lo que pase siempre serás mi amigo. Pero ahora no puedo ver a Javi hasta que no se aclare.
- ¿Tú siempre lo tienes todo claro?
- Nunca
- Lola, Javi es idiota vale. Pero es que de verdad que te quiere, desde el primer día que te vio. Puede ser un amor platónico o puede ser tu media naranja. Eso no lo sabéis. Lo que está claro es que hay algo que os conecta. No podéis acabar así. Joder, me acuerdo de un día que os sangró la nariz a la vez. Seréis almas gemelas o alguna gilipollez de esas. No sé. Lo único que sé es que lleva tres días sin comer. Está enfermo, con fiebre y delira.
- Bueno, hoy en día la gente ya no muere de amor. Ahora tengo otros problemas, no puedo estar siempre detrás de Javi.
- Lola, por favor. No seas orgullosa por una vez en tu vida y pásate por casa. Lo estás deseando y lo sabes. Desde que no habláis vais perdidos. ¿Y todos estos cómics que llevas en el bolso?
- Son de los X-Men. Se los llevo a David.
- ¿Quién es David? ¿Ya has conocido a alguien, tan pronto? La verdad es que pensaba que sí sentías algo por Javi aunque no lo quisieras reconocer. Bueno, no le digas nada a él. Mejor que no se entere porque no sé qué podría pasar...
- Oye Txema para el carro. David tiene 7 años. Está en el hospital.
- ¿Por qué?
- Tiene cáncer.
- Lo siento. Pero, ¿quién es?
- Hace tiempo intenté apuntarme a una ONG. Era para acompañar a niños con cáncer. El primer día conocí a David, un niño muy especial y enseguida hice migas con él y con su madre. Es madre soltera y no tiene familia aquí. Es una mujer admirable, me recuerda a la madre de Javi. Es muy fuerte y joven. Pero está sola y ahora mismo está en un mal momento porque David está en las últimas. Ella tiene que trabajar pero se pasa el día entero en el hospital. No quiere dejar a David ni un segundo solo. Nos hemos hecho amigas así que ahora paso bastante tiempo en el hospital y ella puede descansar a ratos. Estos cómics son para él, le gusta la Patrulla X.
- ¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto?
- Más de un mes
- ¿Y por qué no nos has dicho nada?
- Mira no se lo he dicho ni a mis padres.
- Pero ¿por qué no?
- Porque son crueles. Haga lo que haga está mal vale? Y luego todo lo que digo o hago puede usarse en mi contra. Mi padre siempre me dice que estudiaré mucho Trabajo Social y seré muy buena con los demás pero que en realidad soy una arpía. No quiero que utilicen a un niño con cáncer para hacerme daño. No lo hago para parecer buena de cara a los demás.
- Lola pero eso que haces acabará contigo. No puedes siempre cargar con las angustias de los demás. ¿En quién te apoyas tú? Ese niño va a morir y te estás implicando demasiado. No puedes ser fuerte siempre, necesitarás apoyo tú también cuando llegue el momento.
- Te lo agradezco Txema, pero de verdad que estoy bien
- No Lola, te conozco. Te encantan los niños, se te dan de maravilla. Enseguida te quieren y tú les quieres a ellos. Seguro que el niño ese te cuenta cosas que no le contará a su madre. Pero Lola si estás pálida y con ojeras. No tengas miedo en pedir ayuda de vez en cuando. Soy tu amigo y Javi también. ¿Quieres que vaya un día contigo?
- Vale
- Ven aquí anda. ¿Cuánto tiempo hace que te estás aguantando las lágrimas?
- Mucho
- Bueno, tranquila. Oye, mira, si ahora mismo no quieres ver a Javi lo entiendo. Yo le cuidaré, seguro que unos días se levanta. Tú no te preocupes por él, que esto es una competición de ver quien es más testarudo...
- No, iré a verle. Ahora voy al hospital y luego me pasaré por vuestra casa vale?
- Vale, ¿compro comida china para cenar?
- Bueno, pero no pidas las cosas esas con forma de oreja, me da repelús

2 comentarios:

Bellota dijo...

Cuanto más leo más quiero saber de esta historia!

Akaki dijo...

interesante